¿Has engordado esta cuarentena? ¡NORMAL!

Puede que estabas acostumbrada a moverte sin darte cuenta de un lado a otro, a salir a pasear, a quedar con las amigas, a hacer actividades y de pronto todo se redució a un espacio limitado: tu casa. Piensa que este simple detalle cambia todo nuestro organismo, el cual estaba adaptado a X actividades y se ha pasado 2 meses fuera de su “zona de normalidad”.

Por suerte, corrígeme si me equivoco, estos dos meses has empezado o continuado comiendo saludable, has hecho alguna que otra actividad de deporte de Youtube o IG y has ido sobreviviendo. Te has centrado contigo misma, has hecho aquello que siempre te ha gustado hacer y te has mantenido relajada.

¡Y has cocinado mucho más! Tus desayunos con dedicación, tus comidas al día a día, tus cenas deliciosas ¡y muchos pasteles y dulces saludables! Te has relajado y dejado llevar ¡BIEN HECHO!

Sobrevivir a esta situación no ha sido fácil, Y TÚ LO HAS CONSEGUIDO.

Primero de todo tienes que estar orgullosa de ti misma. Has conseguido llevar estos dos meses de la mejor manera .

Y ahora que ya estamos normalizando el tema y que podemos salir a pasear con más frecuencia y hacer actividades que siempre has hecho, ahora que la nueva realidad se asoma por la ventana es cuando empieza el “run-run” por tu cabeza y te miras al espejo.

Este artículo se centra sobre todo en si te miras al espejo y crees que has engordado: si te lo ha chivado la báscula o alguien se le ha escapado un comentario de esos que nos hacen pensar en nuestro peso, primero de todo ten claro que:

NO PASA NADA SI HAS ENGORDADO

¡ES TOTALMENTE NORMAL!

Una cosa es engordar y otra es dejar de estar sano. Y por lo que puedo deducir, tiene toda la pinta que esta cuarentena has comido sano, con tus caprichos, pero has comido sano la mayoría del tiempo. ¡Así que tienes que estar contenta!

Primero de todo debes estar orgullosa de ti misma y felicitarte, no ha sido tarea fácil ¡y tú lo has conseguido! A veces debemos de felicitarnos por estos pequeños detalles para darnos cuenta de todo lo que hemos hecho.

SI TE PREOCUPA SI HAS ENGORDADO

Hasta aquí todo bien, pero si ese “run-run” no para de asomarse por tu cabeza y si te miras al espejo y te dices a ti misma “Ok, pero yo quiero perder esos 2 kilos que he ganado de más”, primero de todo te comento lo que NO TIENES QUE HACER:

SI CREES QUE HAS ENGORDADO AHORA NO TIENES QUE…

· No tienes que hacer dietas exprés milagrosas a base de productos o de alimentos milagro. Si empiezas una dieta a base de productos no te enseñarán a alimentarte y cuando la termines, la mayoría de veces, aparecerá el efecto rebote y de nada habrá servido lo que has hecho.

· No dejes de comer menos porque piensas que es la manera más fácil de adelgazar. Saltarse las comidas así a la ligera o decir solo desayuno/como/ceno X alimento no es la mejor solución. Puede que lo hagas de tal manera que acabes agotando a tu organismo y le falten nutrientes. Lo notarás por estar más cansada, se te caerá el pelo con más frecuencia, las uñas estarán más debilitadas, entre otros cambios físicos y emocionales que te dirán que te faltan nutrientes ¡te avisarán qué no dejes de comer!

· No caigas en pensamientos como en realidad “me da igual, voy a comer lo que quiera” porqué después te sentirás culpable y será mucho peor. Ya que tu yo interno se estará discutiendo entre “quiero adelgazar” y “me da igual”, y es entonces cuando creas un conflicto interno que cuesta ponerle solución.

· No tienes que preocuparte por el peso y obsesionarte en bajar estrictamente X kilos. Recuerda que el peso es SOLO UN NÚMERO. Puede que incluso hayas ganado músculo ¡y estés más fibrada!

SÍ QUE TIENES QUE…

· Aprender a alimentarte sin hacer dieta o régimen. Tanto si has estado comiendo sano como si no has terminado de hacer las paces con la cocina, es esencial aprender a alimentarse para no caer en “esto no lo puedo comer porqué engorda” o “voy a comer una fruta para no engordar” ¡NO! Si una aprende a alimentarse y a cocinar a su manera, adaptándose a sus gustos, acabará disfrutando comiendo y alimentándose ¡sin pasar hambre!

· Mantenerte todavía más activa. Puede que hayas tenido un día regular y no te apetece hacer nada, pero de repente te decides (u obligas) a salir de casa y pasear, correr o hacer otro deporte y… ¡TODO CAMBIA! Es verdad que hacer ejercicio físico ayuda a mantener el peso y a adelgazar, pero más allá de esto ¡TE CAMBIA EL ESTADO DE ÁNIMO A MEJOR! Así que es hora de empezar o retomar tus actividades físicas y hacer deporte no como única vía para perder peso ¡sino porqué te gusta y te motiva!

· Relajarte y aprender a gestionar el estrés. A veces pasa que te estresa más pensar que tienes que ir al gimnasio o hacer deporte que hacerlo, pensar que tienes que hacer todas esas tareas o que no te llegan las horas del día. STOP. Primero de todo vas tú. Si ese día no te apetece hacer X actividad o tarea que tenías programada ¡NO PASA NADA! Pinta, baila, relájate en el sofá sin hacer nada, ¿qué es lo que hace relajarte más? ¡Hazlo! Y siempre podrás probar yoga, pilates, meditación… La clave es encontrarte contigo misma y descubrirte.

· Y lo más importante: quiérete. Recuerda que el peso es SOLO UN NÚMERO, y lo que más importante es mirarte al espejo y estar a gusto con lo que ves. Sé que a veces no es fácil, pero tienes que hacer el trabajo personal de aceptarte y amarte tal y como eres. Tres consejos para aumentar tu autoestima:

No te compares con nadie, ni con tu yo del pasado. Cada una tenemos algo que nos hace únicas, simplemente debemos saberlo ver. Y seamos sinceras,
Tírate piropos a diario, cuando te mires al espejo, cuando vayas por la calle y aparezca una superficie reflejante o ¡cuando quieras!
Haz las paces con esas partes de tu cuerpo que no te gusten tanto. Forman parte de ti, las puedes modelar, pero no las puedes cambiar. Y tienen una función más allá del físico, y debemos estar agradecidas. ¿Andar? ¿Comer? ¿ ¿Darle un beso al chico que te gusta?

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- Que llegue el verano y aprendas a comer a tu gusto

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